La reciente captura de un miembro de la cúpula de la MS13 podría proporcionar a los fiscales más información sobre la relación entre los miembros de más alto rango de esta pandilla y los funcionarios detrás de la brutal represión a estos grupos en El Salvador. 

El 7 de marzo, Fredy Iván Jandres-Parada, alias «Lucky de Parkview», fue arrestado en San Diego, California. El portal Court Watch fue el primero en dar la noticia dos semanas después. 

VEA TAMBIÉN: Pandillas a la fuga: Cómo la mano dura de Bukele llevó a las pandillas a la clandestinidad

Lucky estaba en la lista de los más buscados del FBI, descrito allí como “uno de los líderes de más alto rango de la MS13 en todo el mundo». Lucky, que se había dado a la fuga desde 2018, era miembro del Consejo Nacional de la pandilla (Ranfla Nacional), organismo que dirige el reclutamiento, aprueba los asesinatos y gestiona la expansión de la pandilla a nuevos territorios. 

En una acusación presentada el 16 de diciembre de 2020, Lucky fue acusado junto a otros 13 líderes de la pandilla de delitos relacionados con terrorismo. Según el documento, la Ranfla dirigió «actos de violencia, incluidos asesinatos» en los Estados Unidos, estableció «campos de entrenamiento de estilo militar» y negoció con funcionarios del gobierno salvadoreño para «implementar políticas favorables para la MS13.»

El arresto de Lucky se produce sólo cuatro meses después de que México detuviera y extraditara a otro miembro de la Ranfla de la MS13, Elmer Canales-Rivera, alias «Crook».  

Seis de los 27 líderes de la MS13 están bajo custodia estadounidense. 

Análisis de InSight Crime

Ahora que varios miembros importantes de la MS13 están bajo custodia estadounidense, los fiscales tienen la oportunidad de extraer información que podría arrojar luz sobre la relación entre la cúpula de la pandilla y el gobierno salvadoreño. 

Autoridades estadounidenses estarían tras la pista de supuestos acuerdos corruptos negociados entre los líderes de la MS13 y miembros de alto rango del gobierno del presidente salvadoreño Nayib Bukele. Según los archivos judiciales, en 2021 “Crook” fue liberado de la cárcel donde se encontraba en El Salvador por «funcionarios de alto nivel del gobierno salvadoreño» pocos días después de una serie de asesinatos de pandilleros. Los funcionarios le dieron un arma y le pusieron en contacto con un ‘coyote’ para facilitar su huida, según los fiscales.

VEA TAMBIÉN: Conexiones políticas ayudan a cabecillas de la MS13 a escapar de El Salvador

A principios de 2022, Bukele anunció el estado de emergencia para acabar con las pandillas. Desde entonces, las tasas de homicidio han caído en picada y la percepción pública de la seguridad ha mejorado drásticamente. 

Sin embargo, los críticos han expresado su preocupación por las detenciones arbitrarias y las malas condiciones de las prisiones, además de señalar que entre las decenas de miles de personas detenidas en virtud de las medidas de emergencia, se encuentran pocos de los principales líderes de las pandillas.

En Estados Unidos, la inmensa mayoría de los casos penales terminan en un acuerdo de culpabilidad, en el que los acusados suelen entregar información sobre sus actividades criminales y sus socios a cambio de una condena más indulgente. 

En ese sentido, el testimonio de Lucky, Crook y otros líderes bajo custodia estadounidense podría ser clave para probar las supuestas negociaciones entre el gobierno de Bukele y los líderes de las pandillas.

Hasta ahora, El Salvador ha mostrado resistencia ante las peticiones estadounidenses de extradición de altos miembros de las pandillas, lo que significa que Estados Unidos ha tenido que recurrir a detenciones en suelo estadounidense o a extradiciones de estos líderes desde fuera de El Salvador. 

Según reportes pasados, Bukele negoc con las pandillas antes de decretar el estado de emergencia. Anteriormente, el gobierno salvadoreño ha negado haber negociado con las pandillas. Durante una investigación sobre la represión del gobierno, InSight Crime no encontró ninguna prueba de que la administración de Bukele haya tenido tratos con las pandillas desde que se implementó el estado de emergencia en marzo de 2022. 

Imagen principal: Foto del archivo policial de Fredy Ivan Jandres-Parada. Crédito: American Broadcasting Company Network