Un alto dirigente de la Mara Salvatrucha (MS13) se declaró inocente de los cargos de terrorismo presentados por la fiscalía federal estadounidense, lo que marca el inicio de un caso que podría destapar la fachada del gobierno de El Salvador, que niega haber negociado con la pandilla.

Élmer Canales Rivera, alias «Crook», se declaró inocente durante su comparecencia del 8 de diciembre ante el tribunal del Distrito Este de Nueva York en Central Islip, localidad de Long Island donde residen miembros de la pandilla afincados en Estados Unidos.

Las autoridades mexicanas detuvieron a Crook el 9 de noviembre, casi dos años después de que el gobierno de El Salvador lo excarcelara en secreto, lo alojara en un apartamento de lujo y facilitara su huida a Guatemala. Tras su captura en México, fue trasladado a Houston, Texas, donde compareció por primera vez ante un tribunal.

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Su liberación se produjo en medio del fracaso de las negociaciones clandestinas entre el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, y la MS13, en las que la pandilla ofreció apoyo político a cambio de reducir los niveles de violencia. Crook era una figura central de esas conversaciones, que fracasaron después de que una oleada de asesinatos llevara al gobierno de El Salvador a decretar el estado de excepción, suspendiendo ciertos derechos constitucionales para facilitar las detenciones masivas de miembros de la pandilla.

Los fiscales estadounidenses acusaron a Crook y a otros 13 líderes de la MS13 en diciembre de 2020 de cargos que van desde narcoterrorismo hasta conspiración para proporcionar apoyo material a terroristas. Crook fue uno de los 12 miembros de la llamada “ranfla histórica”, la junta directiva de la pandilla, que fueron acusados.

Sin embargo, el gobierno salvadoreño se negó a extraditar a Crook y a 11 de sus socios acusados, entre ellos Borromeo Enrique Henríquez, alias «Diablito de Hollywood», el líder de mayor rango de la MS13.

Análisis de InSight Crime

Mientras la MS13 se tambalea tras la represión del gobierno salvadoreño, el caso contra Crook puede cambiar el equilibrio de poder y proporcionar nuevos detalles explosivos sobre la relación entre la pandilla y el gobierno de El Salvador.

Las autoridades estadounidenses ya han hecho algunas acusaciones condenatorias.

Por ejemplo, los fiscales afirman que Crook fue «escoltado» desde la prisión por «altos funcionarios del gobierno salvadoreño» días después de una matanza dirigida por la pandilla. Luego, los fiscales alegan, que los funcionarios del gobierno le proporcionaron transporte, un arma de fuego y un traficante de personas para huir del país cuando el gobierno estadounidense ya había solicitado su extradición.

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El procesamiento de Crook ya ha socavado las afirmaciones de Bukele de que su administración no negoció con la pandilla. Los fiscales estadounidenses afirman que Crook presuntamente «desempeñó uno de los papeles más destacados en las negociaciones y acuerdos» de la MS13 con el gobierno salvadoreño.

Para obtener beneficios y concesiones del gobierno, las autoridades afirman que Crook y otros líderes de la MS13 ordenaron a las bases a participar en «manifestaciones públicas de violencia para amenazar e intimidar a la población civil». También «atacaron a agentes del orden y militares, y manipularon el proceso electoral».

Al ser el único cabecilla de la MS13 bajo custodia estadounidense que se enfrenta a la posibilidad de cadena perpetua, es posible que Crook coopere con la fiscalía estadounidense a cambio de una condena más corta, una estrategia habitual utilizada por acusados de alto perfil que se enfrentan a largas penas de prisión.

«Crook podría revelar detalles específicos de cómo personas dentro de la administración de Bukele lo ayudaron a escapar y de las negociaciones de la MS13 con la administración», dijo a InSight Crime Ricardo Valencia, ex jefe de la sección de comunicaciones de la Embajada de El Salvador en Estados Unidos.

«Podría salir mucha información que Bukele no quiere que salga, que es cómplice de todo esto», agregó.

Más allá de las posibles negociaciones de Crook con las autoridades estadounidenses, Valencia dijo que el hecho de que Crook esté bajo custodia de Estados Unidos demuestra que Bukele sólo ha estado reprimiendo a los miembros de bajo nivel de la MS13 mientras protege la jerarquía de la pandilla. Se suponía que Crook debía cumplir una condena de 40 años de prisión en El Salvador.

El caso de Nueva York también puede complicar aún más las relaciones entre Estados Unidos y El Salvador.

«El Departamento de Justicia y el Departamento de Estado de Estados Unidos no siempre siguen la misma estrategia», dijo Valencia. «Creo que será difícil que el Departamento de Estado proporcione más recursos a un presidente que conspiró con lo que el Departamento de Justicia llama una organización terrorista».