Hace diez años, el Tren de Aragua no era más que una banda carcelaria confinada a las paredes del penal de Tocorón y poco conocida por fuera de su estado natal, Aragua, en Venezuela. Hoy, es una de las amenazas a la seguridad de más rápido crecimiento en Suramérica.
La red criminal que ha tejido el Tren de Aragua ahora se extiende por Colombia, Perú, Chile y más allá. El grupo ha establecido las redes de tráfico de migrantes y trata de personas más extensas y sofisticadas que la región ha visto, sembrando el terror en los países de acogida y entre las comunidades de migrantes venezolanos que ha explotado sin piedad.
Sin embargo, la toma de Tocorón por parte de las autoridades venezolanas en septiembre de 2023 atacó directamente el centro neurálgico de esta red. Ahora, una nueva e incierta era comienza para la banda criminal más notoria de Venezuela.
Capítulos
El Tren de Aragua se queda sin cuartel en Venezuela
El Tren de Aragua, la estructura criminal más poderosa de Venezuela, acaba de perder su base de operaciones, en tanto que sus líderes permanecen prófugos. Su evolución criminal ha comenzado un nuevo capítulo, potencialmente más peligroso.
Tres fases de la construcción del imperio transnacional del Tren de Aragua
En los cinco años que han pasado desde que el Tren de Aragua apareció en Colombia, la banda ha construido una red regional de largos tentáculos, con presencia permanente en Colombia, Perú y Chile, e informaciones adicionales de su presencia en Ecuador, Brasil y Bolivia.
El portafolio criminal del Tren de Aragua: adaptarse o morir
La megabanda más prominente de Venezuela construyó un imperio criminal que se extiende de Venezuela a Chile sacando ventaja de los migrantes desesperados, primero mediante el tráfico de migrantes a una escala nunca antes vista en Suramérica, y luego con la creación de redes de explotación sexual organizadas, integradas y multinacionales.