El Estado Mayor Central (EMC) es una federación de frentes disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que decidieron no acogerse al proceso de paz firmado en 2016 entre esa guerrilla y el gobierno de Colombia.  

El EMC tiene un importante poder armado que le permite mantener el control de distintas rentas criminales a lo largo del país. Dependiendo de la región y el frente asociado, los ingresos varían, pero su portafolio criminal se basa principalmente en las rentas del narcotráfico en el sur del país, la minería ilegal y la extorsión. 

Desde su creación se ha expandido por toda Colombia y también ha ampliado su presencia a Venezuela.  

Historia 

El EMC nació en medio de las negociaciones de paz en La Habana, Cuba, entre el gobierno de Colombia y las FARC en 2016. A través de un comunicado emitido ese año, el Frente Primero “Armando Ríos” anunció que continuaría en la clandestinidad. El líder del frente Primero, Néstor Gregorio Vera Fernández, alias “Iván Mordisco”, contaba con al menos 400 integrantes bajo su mando y el control de rutas de narcotráfico en los departamentos colombianos de Guaviare, Guainía y Vaupés. 

En respuesta a la deserción de Mordisco, el comandante de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias “Timochenko”, y otros comandantes, decidieron enviar a Miguel Botache Santillana, alias “Gentil Duarte”, un guerrillero con más de 30 años de trayectoria y gran liderazgo político, a Colombia para restablecer la disciplina del Frente Primero.  

Sin embargo, Gentil Duarte también traicionó los Acuerdos de Paz y abandonó el proceso con US$1,35 millones y varios integrantes del Frente Séptimo que se unieron a la estructura de Mordisco.  

Ya en la clandestinidad, Mordisco y Duarte enviaron emisarios a diferentes regiones de Colombia para convencer a otros comandantes de unirse a su proyecto disidente. La estrategia fue efectiva. En abril de 2017, la facción emitió un comunicado en el que aseguraban ser la continuación de las FARC firmado por nueve frentes disidentes, una columna móvil y siete milicias urbanas. 

En los años posteriores a su creación, el EMC comenzó un proceso de expansión hacia Venezuela. Gracias al apoyo de frentes con presencia histórica en ese país, como el Frente 10 y parte del Frente 33, el EMC consolidó su presencia en la frontera entre Colombia y Venezuela.  

El EMC disfrutó su poderío en la frontera hasta 2019, cuando Luciano Marín Arango, alias “Iván Márquez”, el segundo al mando de las FARC, anunció la creación de la Segunda Marquetalia, otro grupo compuesto por excombatientes de las FARC, que también se proclamó sucesor del proyecto guerrillero.  

La Segunda Marquetalia intentó adherir a su estructura distintos frentes que eran parte de la red del EMC. Sin embargo, este los catalogó de traidores y se convirtieron en enemigos. La rivalidad entre ambos grupos de ex-FARC mafia fue evidente en el territorio fronterizo entre Apure, Venezuela y Arauca, Colombia. 

Las disputas entre ambas estructuras, más la presión de los cuerpos de seguridad en Colombia y Venezuela, también terminó con la muerte de varios de los comandantes más importantes del EMC, entre ellos Gentil Duarte, y causó el repliegue de sus integrantes a Colombia. 

Con la llegada de Gustavo Petro a la presidencia en 2022, el EMC inició unas negociaciones de paz con el gobierno en el contexto de su política de “Paz Total”. Pese a que Iván Mordisco sigue siendo considerado el máximo líder del EMC, han surgido diferencias entre los comandantes de los frentes adscritos con respecto a las negociaciones. Esto, luego de que Petro decidiera suspender el acuerdo de cese al fuego en Cauca, Valle del Cauca y Nariño, en respuesta a un ataque perpetrado por una facción del grupo en Cauca, que acabó con la vida de un líder indígena. 

Liderazgo 

Néstor Gregorio Vera Fernández, alias “Iván Mordisco” es el líder del EMC. Hasta 2016, fue el comandante del Frente Primero de las FARC y, en la actualidad, gracias a su experiencia de más de 20 años dentro de las FARC, se configura como uno de los principales actores criminales del sur de Colombia.  

El segundo en importancia es Alexander Díaz Mendoza, alias “Calarcá”, antiguo comandante del Frente 40 de las FARC. Calarcá tiene décadas de experiencia guerrillera. Hoy parece manejar el narcotráfico y comandar las disidencias del Frente Jorge Briceño en los departamentos de Meta, Caquetá y Putumayo. 

Otros líderes importantes son Iván Jacobo Arredondo, alias “Marlon Vázquez”, comandante del Bloque Occidental Comandante Jacobo Arenas, quién estaría al frente de 10 estructuras en el occidente de Colombia; Javier Alonso Velosa, alias “Jhon Mechas”, comandante del Frente 33, presente en Norte de Santander, y Omar Pardo Galeano, alias “Antonio Medina”, líder del Frente 28 y el Frente 10. 

Actualmente, el EMC está compuesto por cuatro bloques nacionales, que agrupan un total de 24 subestructuras o frentes.

Aliados y enemigos 

El principal rival del EMC es el Ejército de Liberación Nacional (ELN). A pesar de que el EMC ha llegado a acuerdos con la guerrilla en algunos lugares del país como el sur de Bolívar, estos pactos son inestables. El ELN se enfrentó al Frente 10 en Arauca y Apure y al Frente 33 en Norte de Santander, Colombia. 

Otro enemigo del EMC es La Segunda Marquetalia y estructuras disidentes aliadas. En Putumayo y Caquetá, al sur de Colombia, el Frente Carolina Ramírez, amparado bajo la sombrilla del EMC, se enfrenta a los Comandos de la Frontera, aliados a la Segunda Marquetalia, por el control de uno de los enclaves del narcotráfico más importantes del país.   

Por otro lado, antes de su muerte, Gentil Duarte estableció alianzas con brasileros y carteles mexicanos para proveerles cargamentos de cocaína. 

Geografía 

Las facciones de disidentes que responden al EMC tienen presencia en el sur, oriente y occidente de Colombia. Los bastiones principales de esta disidencia son los departamentos de Guaviare, Meta, Caquetá, Vaupés y Guainía. Desde allí la estructura se ha expandido a Amazonas, en la frontera con Brasil y Perú; Putumayo, en la frontera con Ecuador; Casanare, Arauca y Norte de Santander, en la frontera con Venezuela. 

También tiene presencia en los departamentos del Cauca, Valle del Cauca y Nariño, al occidente del país, en la costa del océano Pacífico.  

Gracias a la presencia que han establecido en los departamentos colombianos que comparten frontera con Venezuela, la influencia territorial del EMC se expandió hacia ese país. Después de las disputas con el ELN, no es claro si aún mantienen su presencia los estados venezolanos de Apure y Zulia.

Perspectivas 

Debido a su rápido crecimiento, control territorial y uso de la violencia, el EMC se convirtió en la principal organización de ex-FARC mafia en Colombia. 

Aunque el EMC se acogió a la política de “Paz Total” del gobierno del presidente Gustavo Petro, solo una fracción de los frentes que lo componen continúan en la mesa de negociación. 

Si bien, un acuerdo parcial de cese al fuego ha frenado las operaciones de las fuerzas armadas colombianas en contra de este grupo en algunas regiones del país, esto no ha detenido los enfrentamientos con otros grupos criminales rivales.   

Las intenciones del EMC con la propuesta de Paz Total no son claras. Dados sus antecedentes con los Acuerdos de Paz del 2016, es posible que al menos parte de la red no quiera entregar las armas y continúen en la clandestinidad.

Este escenario se volvió más factible luego de que en marzo de 2024, Petro suspendiera el cese al fuego con el EMC en los departamentos de Cauca, Nariño y Valle del Cauca. Esto provocó tensiones dentro del EMC, pues algunos bloques que abogan por continuar el diálogo y otros no están dispuestos a participar hasta que se restablezca un cese al fuego a nivel nacional.