Los Shottas son uno de los principales grupos criminales de la ciudad portuaria de Buenaventura, Colombia. El grupo adquirió notoriedad debido a su feroz y violenta rivalidad con el otro grupo criminal predominante en la ciudad: los Espartanos. En 2022, ambos grupos acordaron acogerse a la política de la “Paz Total” del presidente Gustavo Petro, que pretende establecer un “laboratorio urbano de paz” en Buenaventura como parte del objetivo más amplio de poner fin a décadas de conflicto armado en el país.
Historia
Los orígenes de los Shottas se remontan a finales de la década de 1990. El Bloque Calima, uno de los frentes paramilitares perteneciente a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), llegó a Buenaventura con la esperanza de expulsar al Frente 30 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que había mantenido su presencia en las zonas rurales del municipio desde finales de la década de 1990.
Los paramilitares mantuvieron una presencia predominantemente urbana y empezaron a reclutar a jóvenes de barrios vulnerables, aumentando la violencia y la extorsión en la ciudad.
Tras su desmovilización en 2006, algunos miembros del Bloque Calima de las AUC continuaron su carrera criminal. Entre ellos se encontraba el clan familiar Bustamante, fundador de la “Empresa”, una banda que dominaría el panorama delictivo de la ciudad durante la siguiente década. Los Bustamante se hicieron con el control de las rutas de narcotráfico que atravesaban la ciudad, crearon redes de extorsión y llevaron a cabo secuestros y desapariciones.
Con el tiempo, los Bustamante abandonaron la Empresa y crearon un nuevo grupo conocido como “La Local”, que ya estaba bajo la mira de las autoridades para 2016. Tras varias oleadas de detenciones, Diego Bustamante, alias “Diego Optra”, tomó el control de La Local en abril de 2019. Sin embargo, su liderazgo generó divisiones dentro de la organización.
En diciembre de 2020, una disputa al interior de la Local llevó a la formación de las dos bandas que se disputan el control de Buenaventura en la actualidad: los Shottas y los Espartanos. Para septiembre de 2023, los Shottas tenían entre 600 y 1.000 miembros, según el portavoz de la banda.
El narcotráfico es la principal actividad y fuente de ingresos de los Shottas. Tanto los Shottas como los Espartanos buscan controlar barrios en zonas costeras llamadas estuarios, donde los ríos y los remansos se encuentran con el océano, sirviendo en ocasiones como hogar de astilleros informales. Los narcotraficantes utilizan estas zonas para poder lanzar lanchas rápidas sin ser detectados, lo que les permite enviar cargamentos clandestinos de droga a contenedores que están en altamar. Las bandas vigilan su territorio, envían y reciben cargamentos de droga, cobran extorsiones y se aseguran de que todo llegue a su destino.
Aunque su portafolio se nutre principalmente del narcotráfico, las actividades criminales de los Shottas también incluyen la extorsión a empresas locales y los secuestros. Casi todos los negocios de Buenaventura pagan una cuota de extorsión a los Shottas o a los Espartanos.
La competencia entre Shottas y Espartanos ha llevado a ambas bandas a cometer asesinatos y otros delitos violentos. Estos hechos, además de tiroteos periódicos, también han dado lugar a un toque de queda informal, donde civiles que viven en comunidades con una fuerte presencia de estos grupos rara vez salen de casa después de las 6:00 de la tarde. Incluso se ha informado que algunas escuelas han cambiado su horario para que los estudiantes puedan llegar a casa antes de que empiece el toque de queda.
Los lugareños rara vez hablan por miedo a las represalias de los Shottas, que persiguen y castigan activamente a quienes consideran que colaboran con las autoridades o sus rivales. La banda ha convertido en una práctica habitual el descuartizamiento de disidentes en casas conocidas como “casas de pique”, una práctica que existe desde hace décadas.
Liderazgo
Diego Bustamante, alias “Diego Optra” es la cabeza de los Shottas. Se convirtió en el líder después de que su tío, Lugo Bustamente, fuera capturado el 27 de abril de 2019. Optra asumió primero el liderazgo de La Local, pero su ascenso al poder desató divisiones internas que llevaron a la fragmentación de la organización.
Tras la fragmentación, Optra lideró a los Shottas antes de ser capturado en Rionegro, Antioquia, el 9 de octubre de 2019. En 2022 fue libreado debido a irregularidades judiciales en su proceso.
Geografía
Los Shottas operan en el área urbana de Buenaventura, municipio ubicado en el departamento del Valle del Cauca, y que alberga el mayor puerto comercial del Pacífico colombiano. Controlan varias de las comunas de la ciudad situadas en la parte continental, siendo la Comuna 12 su bastión.
Aliados y enemigos
Los principales enemigos de los Shottas son los Espartanos, a pesar de provenir de la misma ascendencia criminal. Tras separarse de La Local en 2020, los Shottas lucharon contra los Espartanos por el dominio de Buenaventura, disputa que sigue vigente. Aunque los Espartanos son más fuertes en número, los Shottas tienen ventaja armamentística. La guerra territorial entre ambas bandas ha dado lugar a la aparición de “fronteras invisibles”, que impiden a los civiles circular libremente entre y al interior de los barrios controlados por una u otra organización.
Otro enemigo de los Shottas son los Chiquillos, un grupo criminal organizado dirigido por Robert Daniel Quintana, alias “Rober” y conformado por miembros de la Empresa. Las tensiones aumentaron en 2021 cuando Rober se negó a aliarse con los Shottas ni con los Espartanos. Posteriormente, los Chiquillos se alinearon con los Espartanos, posicionándose como rivales de los Shottas.
Por otra parte, los Shottas mantienen una larga relación con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) debido a sus raíces paramilitares, sustentadas principalmente en la financiación del narcotráfico. En 2021, cuando el gobierno aumentó la seguridad policial en Buenaventura para contrarrestar la escalada del narcotráfico, las AGC amenazaron con entrar en el municipio para defender los intereses de los grupos criminales. Posteriormente, los Shottas formaron una alianza comercial con una facción de las ex-FARC mafia conocida como el Frente Jaime Martínez, lo que les permitió a estos últimos entrar a Buenaventura para lucrarse del narcotráfico. Los Shottas también habrían formado una alianza con la Segunda Marquetalia de las ex-FARC mafia, grupo que actualmente busca aumentar su presencia en la zona, según una fuente de la Fiscalía de Buenaventura que habló con InSight Crime bajo condición de anonimato.
Perspectivas
Los Shottas anunciaron oficialmente su intención de participar en la política de Paz Total de Petro el 2 de octubre de 2022. El anuncio fue el primero de su tipo, donde una organización urbana sin ideología política y el gobierno se sentarían a negociar. Sin embargo, el marco legal para estas negociaciones todavía está por establecerse, ya que el grupo no se encuentra bajo el mismo estatus legal que otros grupos armados en Colombia con motivaciones políticas, como las ex-FARC mafia.
Los Shottas han mantenido varios diálogos con los Espartanos bajo la mediación de la Iglesia católica y el gobierno colombiano, al tiempo que han llevado a cabo altos al fuego intermitentes. El último cese de hostilidades comenzó el 7 de diciembre de 2022, pero ha resultado volátil.
En agosto de 2023, las dos bandas firmaron una tregua de 30 días, durante la cual los niveles de violencia y homicidios disminuyeron drásticamente. La tregua se prorrogó otros 90 días en noviembre de 2023, lo que supuso un alivio relativo para los residentes de Buenaventura.
Un representante de los Shottas dijo a InSight Crime que el grupo criminal espera poder participar de la paz, pero solo se desmovilizará si todos los grupos armados de Colombia también dejan las armas.