Sendero Luminoso o el Militarizado Partido Comunista es el último remanente del movimiento guerrillero de finales del siglo XX de Perú. Aunque se encuentra en declive, aún conserva influencia en la región del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) debido a su alianza con el narcotráfico.
Las principales fuentes de ingresos de la guerrilla son el ofrecimiento de servicios de protección de cargamentos de droga y escolta para los narcotraficantes. El gobierno describe al grupo del VRAEM como nada más que una banda de narcotraficantes, pero la situación es más complicada, y esta facción continúa llevando a cabo actividades de propaganda y ataques contra las fuerzas de seguridad adicionales a los servicios de protección al narcotráfico.
En los últimos años, el grupo ha retomado las acciones violentas contra campesinos y las fuerzas de seguridad, demostrando su resiliencia ante las continuas operaciones que buscan acabar con su estructura.
Historia
El Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso (PCP-SL), se creó en 1970 como una facción disidente del Partido Comunista (PCP). Contaba con apenas unas decenas de miembros, liderados por Abimael Guzmán; un profesor de filosofía de la Universidad de Ayacucho, quien había visitado China y estaba profundamente influenciado por las ideas de Mao Zedong. Guzmán creía que el comunismo debía desatar una “guerra popular”, y criticó a los miembros del PCP, quienes simplemente querían participar en las instituciones políticas y procesos electorales.
Para 1980, su grupo tenía más de 500 miembros y estaba listo para declarar la guerra al Estado peruano. El grupo realizó ataques, particularmente contra estaciones de policía, hasta que en diciembre de 1982 el ejército fue enviado a la región para combatirlo.
El Sendero Luminoso masacró a comunidades campesinas que consideraba que estaban en contra de su lucha, y atacó a las fuerzas de seguridad y a otros representantes del Estado. Ganó terreno rápidamente y estuvo presente en amplias zonas del país a finales de los años ochenta.
Aunque Sendero Luminoso no creció mucho en tamaño, con alrededor de 3.000 miembros en la cúspide de su poder en 1990, fue el responsable de la mayoría de las víctimas de la guerra subsiguiente —la Comisión de la Verdad y Reconciliación encontró que el grupo mató a unas 31.800 personas entre los años de 1980 y 2000. Los métodos del grupo fueron particularmente brutales, incluyendo lapidaciones, entre otros crímenes de guerra.
El curso de la guerra comenzó a cambiar cuando Alberto Fujimori asumió el poder en 1990 y lanzó un ataque contra los guerrilleros, lo que incluyó encerrar y torturar a presuntos simpatizantes, así como darle armas a las Rondas Campesinas, autodefensas rurales que lucharon contra los guerrilleros.
Guzmán fue capturado en Lima en 1992, e hizo un llamado a sus seguidores para establecer un acuerdo de paz con el gobierno. Esto precipitó una ruptura al interior del grupo, y los guerrilleros ubicados en la región del VRAEM declararon a Guzmán como traidor, mientras que otro grupo, con sede más al norte en el Valle del Huallaga, se mantuvo fiel al líder.
La actividad del Sendero Luminoso disminuyó significativamente hasta mediados de la primera década del siglo XXI, cuando se produjo un resurgimiento, incluyendo ataques a empresas multinacionales, en particular provenientes de la facción establecida en el VRAEM.
El Sendero Luminoso ya no representa una seria amenaza para la estabilidad del Estado peruano, pero las continuas actividades de la guerrilla siguen planteando un desafío para el gobierno peruano. No obstante, la facción del Huallaga fue desmantelada con la captura en 2012 de su líder, Florindo Eleuterio Flores Hala, alias “camarada Artemio”. Él fue el último líder en el campo que siguió siendo leal a Guzmán. Ahora no existe ninguna relación entre los guerrilleros que aún están en el terreno y los altos mandos que se encuentran prisioneros.
Mientras los remanentes de Sendero Luminoso en el VRAEM siguen apoyando una ideología maoísta y lanzando ataques contra las fuerzas de seguridad, prefieren identificarse ahora como el Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP) para distanciarse de la historia de la guerrilla y lograr un mayor apoyo de las comunidades campesinas.
La facción del Huallaga fue desmantelada con la captura en 2012 de su líder, Florindo Eleuterio Flores Hala, alias “Camarada Artemio”, último líder en el campo que siguió siendo leal a Guzmán. Ahora no existe ninguna relación entre los guerrilleros que aún están en el terreno y los altos mandos que se encuentran prisioneros.
Mientras los remanentes de Sendero Luminoso en el VRAEM siguen apoyando una ideología maoísta y lanzando ataques contra las fuerzas de seguridad, desde 1992 prefieren identificarse como el Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP) para distanciarse de la historia de la guerrilla y lograr un mayor apoyo de las comunidades campesinas.
Liderazgo
El fundador de la guerrilla Abimael Guzmán, alias “Gonzalo” fue capturado en 1992, generando la división del grupo. La facción del Huallaga, encabezada por Florindo Eleuterio Flores, alias “Comandante Artemio”, se mantuvo fiel a Guzmán, disolviéndose tras el arresto de Comandante Artemio en 2012. La otra, en el VRAEM, quedó en manos del actual líder del grupo, Víctor Quispe Palomino, conocido como “Camarada José”, y en segundo lugar, su hermano Jorge, también conocido como “Raúl”, hasta su muerte en 2021.
Geografía
Actualmente, los remanentes del Sendero Luminoso se encuentran confinados a un estrecho pero estratégico corredor para el narcotráfico entre los departamentos de Junín, Ayacucho y Huancavelica, en el VRAEM, la principal región productora de cocaína del país.
El fortín de los hermanos Quispe Palomino es Vizcatán en el corazón de la selva del VRAEM, un lugar estratégico para el control de las rutas clave para el tráfico de drogas hacia Brasil y Bolivia.Además, el grupo también controla el puerto de Callao, por donde se trafica cerca del 40% de la cocaína producida en el VRAEM.
Aliados y enemigos
A principios de la década de los 2000, Sendero Luminoso estableció vínculos con la guerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de quienes aprendieron algunas tácticas de guerra como el uso de lanzacohetes para derribar aeronaves militares. En la actualidad, Sendero Luminoso tiene alianzas y negocios con los clanes locales del narcotráfico del VRAEM.
Perspectivas
A pesar de la pérdida de uno de sus líderes y el debilitamiento de la organización, la alianza de Sendero Luminoso con el narcotráfico, su control de territorios estratégicos en el VRAEM y la resiliencia que han demostrado después de años de operativos militares en su contra revelan que acabar definitivamente con esta organización no va a ser una tarea ni fácil ni rápida para las fuerzas de seguridad del Estado.
Las recientes operaciones contra la nueva generación del grupo podrían debilitarlo, pero no garantizan el fin de las estructuras criminales en el VRAEM, donde el cultivo de coca y otras economías ilícitas persisten. La adaptabilidad del grupo sugiere que, incluso sin líderes clave, la transformación hacia el crimen organizado es probable.