Luciano Marín Arango, alias “Iván Márquez”, es comandante guerrillero que desertó el acuerdo de paz de 2016 y formó un grupo disidente conocido como la Segunda Marquetalia.
Márquez, como segundo al mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) antes de la desmovilización de esa guerrilla, atrajo a la criminalidad a excombatientes que consideraban abandonar el proceso de paz y recibió el apoyo de ciertas células de las ex-FARC mafia.
Luego de que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunciara su política de Paz Total, que busca negociar con los grupos armados y criminales del país, Márquez y la Segunda Marquetalia mostraron interés en entablar diálogos de paz con el gobierno. Sin embargo, las negociaciones no han pasado de las etapas iniciales.
Historia
Iván Márquez nació el 16 de junio de 1955 en Florencia, Caquetá, al sur de Colombia. Al igual que muchos de los más antiguos miembros de las FARC, formó parte del movimiento juvenil “Juventud Comunista Colombiana” (JUCO), al que se unió en 1977.
Como miembro del JUCO apoyó a las FARC, llevando provisiones a las zonas rurales donde el grupo tenía presencia. Más adelante se unió al grupo guerrillero en calidad de “comisario político” en una de las células más activas de las FARC, el Frente 14, en el sur del departamento de Caquetá.
A comienzos de los ochenta, como parte de un proceso de paz entre el gobierno colombiano y las FARC, Márquez se convirtió en uno de los “emisarios principales” de la guerrilla en el naciente partido político, Unión Patriótica (UP). Posteriormente, fue elegido concejal y luego diputado suplente en Caquetá.
En 1987, cuando se intensificó la persecución a los miembros de la UP, las FARC re-convocaron a Márquez y a otros importantes emisarios guerrilleros. Rápidamente, Márquez fue nombrado comandante del Bloque Suroccidental.
En los noventa, fue transferido al noroeste del país, donde participó en una sangrienta batalla por el control de la región a lo largo de la frontera de Colombia con Panamá.
Esto le ganó el respeto dentro de la organización como un comandante militar fuerte, lo que complementó sus habilidades políticas. La combinación de estas lo ayudaron a seguir creciendo dentro de la guerrilla, incluso convirtiéndose en representante internacional de las FARC.
Sus actividades e influencia se expandieron. Márquez se volvió el embajador de la guerrilla, y oficiales de inteligencia en el país afirman que lideró esfuerzos para infiltrarse en universidades y crear movimientos estudiantiles que apoyaran la estrategia política y militar de las FARC en las ciudades.
Gracias a sus habilidades políticas y diplomáticas, Márquez fue elegido en 2012 para liderar la delegación de las FARC en las negociaciones de paz con el gobierno. Continuó en este rol cuando las conversaciones se trasladaron a La Habana, Cuba.
Tras cuatro años en la mesa de negociaciones, el gobierno y las FARC firmaron los acuerdos de paz en 2016. Márquez entró a hacer parte de la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo de Paz (CSIV), el mecanismo creado para velar por la implementación de lo pactado y fue el dirigente más votado de toda la colectividad durante su congreso fundacional.
Sin embargo, en abril de 2018 el proceso de paz quedó sumido en el caos luego de la detención de Seuxis Paucis Hernández Solarte, alias “Jesús Santrich”. Márquez protestó ante el arresto de Santrich y rechazó su curul como senador en el congreso colombiano, a la cual tenía derecho como parte de los acuerdos. También exacerbó sus críticas hacia el proceso de paz y exigió al gobierno colombiano una respuesta acerca de los múltiples puntos del acuerdo que no se habían cumplido.
En medio de esa incertidumbre, Márquez se trasladó a una zona de reincorporación que estaba bajo la coordinación del excomandante de las FARC Hernán Darío Velásquez, alias “El Paisa”, quien había dirigido la Columna Móvil Teófilo Forero y era cercano a Márquez.
Poco después, huyó del campamento y junto a El Paisa pasó a la clandestinidad. No hubo noticias de él hasta mayo de 2019, cuando envió un mensaje diciendo que la guerrilla de las FARC cometió un “grave error” al deponer las armas.
Pocos meses después, en agosto de 2019, Márquez, portando un uniforme camuflado y cargando un arma, declaró —en un video publicado en YouTube— que el gobierno colombiano había “traicionado” los acuerdos de paz. Afirmó que su grupo, que denominó Segunda Marquetalia, haciendo referencia al lugar de origen de las FARC, volvería a la guerra.
Márquez estableció su base de operaciones en Venezuela, aprovechando sus conexiones para involucrarse en el tráfico de drogas, la minería ilegal y el contrabando. Sin embargo, enfrentó varios obstáculos en su intento de controlar la frontera. Para finales de 2021, tres de los líderes de la Segunda Marquetalia habían muerto en suelo venezolano, dejando a Márquez peligrosamente aislado y expuesto.
En diciembre de 2021, tras las muertes de algunos de sus aliados más cercanos, Márquez se escondió. Fue herido en un atentado en su contra en 2022, y en 2023 surgieron reportes de que había muerto. Sin embargo, en 2024, reapareció en un video y luego en un evento público, confirmando que sigue con vida.
Actividades criminales
Iván Márquez estuvo al frente de la política de drogas de las FARC, y controlaba la producción, manufactura y distribución de cocaína. También estaba al mando de unidades de las FARC acusadas de secuestro, extorsión y asesinato.
Como líder de la Segunda Marquetalia, los frentes bajo su comandancia controlan una parte significative del tráfico de drogas en la frontera Colombo-Venezolana, especialmente en el departamento colombiano de Arauca y el estado venezolano de Apure.
Geografía
Antes de encabezar el equipo negociador de las FARC en los diálogos de paz, Márquez actuaba principalmente en el norte de Colombia. Al mando del Bloque Caribe, su zona de influencia incluía la Serranía del Perijá, los departamentos de La Guajira y Cesar, y algunas regiones limítrofes con Venezuela.
Aunque grupos asociados a la Segunda Marquetalia operan en otras zonas de Colombia y Venezuela, su base de operaciones desde 2019 ha sido el estado venezolano de Apure.
Aliados y enemigos
Históricamente, los principales enemigos de Iván Márquez han incluido elementos de extrema derecha, como los grupos paramilitares que emergieron en los años 2000 en Colombia.
No obstante, al interior de las FARC también se han presentado desacuerdos y divisiones. Cuando Rodrigo Londoño Echeverri, alias “Timochenko”, asumió el liderazgo de las FARC, se empezó a evidenciar una división interna en el alto mando de la guerrilla.
Esta división fue más evidente en su transición hacia el partido político, pues Márquez superó en la votación de la dirección nacional a Rodrigo Londoño, aunque lideraba una línea más crítica sobre la implementación de los Acuerdos de Paz.
Tras abandonar el proceso de paz y formar la Segunda Marquetalia en 2019, Márquez ha adquirido numerosos enemigos. Sus tropas se enfrentaron con frecuencia con otros grupos de las ex-FARC Mafia, como los comandados por Miguel Botache Santillana, alias “Gentil Duarte”, y con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La Segunda Marquetalia también fue objetivo de la presión de las autoridades de colombia y Venezuela cuando tres de sus líderes, Jesús Santrich, El Paisa, y Henry Castellanos Garzón, alias “Romaña” fueron asesinados en Venezuela en 2021.
Perspectivas
Luego de la muerte de la mayoría de los líderes de la Segunda Marquetalia, el poder de Márquez y su grupo ha disminuido significativamente, lo que lo pone en una posición débil en el contexto de la Paz Total. El progreso de las negociaciones de paz se ha visto obstaculizado por la falta de claridad respecto al estatus político del grupo y las implicaciones de su anterior desmovilización bajo el acuerdo de paz con las FARC en 2016.