A pesar de los múltiples operativos de seguridad, la persistencia de la criminalidad en distintos enclaves del Tren de Aragua, pone en entredicho los anuncios del gobierno venezolano sobre el desmantelamiento de la organización criminal.
En uno de los operativos recientes, oficiales del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) detuvieron el 4 de junio a tres presuntos extorsionadores pertenecientes a la banda criminal Los Negritos, que opera en el barrio San Vicente, conocido como uno de los centros operativos de la megabanda del Tren de Aragua en Maracay, capital del estado Aragua, al centro-norte del país.
Los Negritos es una de las muchas bandas asociadas al Tren de Aragua en ese estado, las cuales –a cambio de actuar bajo su sombrilla y seguir sus ordenes– se beneficiaban de la impunidad dada por los acuerdos entre funcionarios gubernamentales y la megabanda.
El primer gran operativo fue reportado el 6 de marzo en el marco de un “Plan Nacional Contra las Bandas Criminales”, el cual reunió 80 procedimientos que dejaron 77 personas capturadas, aunque las autoridades no indicaron a qué bandas pertenecían. Desde entonces, las fuerzas de seguridad han realizado al menos otras 22 operaciones en Aragua, las cuales han dejado 26 personas muertas y ocho detenidas, de acuerdo a un monitoreo de medios realizado por InSight Crime.
A pesar de los conocidos vínculos del Tren de Aragua con bandas como la de Los Negritos, las autoridades han evitado mencionar el nombre de la megabanda en las operaciones de seguridad.
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Estos despliegues operativos ocurren meses después de la intervención de la cárcel de Tocorón, ocurrida en septiembre de 2023, donde el gobierno irrumpió en la casa del Tren de Aragua y anunció el desmantelamiento del grupo. Sin embargo, los líderes lograron escapar, incluyendo al líder principal Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero”, y hasta la fecha ninguno ha sido capturado.
Crimen desorganizado
El paradero desconocido de los líderes del Tren de Aragua, y la ausencia de un centro de mando, causó cambios en la configuración y gobernanza criminal de Aragua.
El principal fue el repliegue de los grupos criminales bajo la sombrilla del Tren de Aragua, lo que incidió en la reducción de algunos crímenes de manera temporal. Luego de la toma de Tocorón, muchas de las bandas asociadas al Tren de Aragua tomaron un bajo perfil, ocultándose de las fuerzas de seguridad y sin un claro camino tras la huida de los líderes de la megabanda.
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“Todos salieron despavoridos a esconderse, pero están regresando”, mencionó una investigadora local a InSight Crime bajo condición de anonimato por temor a represalias.
Con el paso de los meses, y sin que un nuevo líder surgiera para tomar control, las bandas regresaron y poco a poco reanudaron sus operaciones, según indicaron a InSight Crime fuentes policiales que pidieron hablar bajo anonimato para evitar represalias. A la par, nuevas pequeñas bandas criminales, conformadas por jóvenes e incluso menores de edad, empezaron a surgir en algunas partes del estado, de acuerdo a fuentes policiales.
Con esto, crímenes que eran controlados por la megabanda, como los robos y hurtos, comenzaron a registrarse con mayor frecuencia, de acuerdo a dos oficiales de policía que hablaron con InSight Crime.
A la par, la actuación de los grupos criminales ha sido enfrentada con más violencia por parte de las fuerzas de seguridad. Solo durante el primer trimestre de 2024 se registró un aumento del 100% en la letalidad policial con respecto al mismo periodo del año anterior, según cifras del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).
El acecho del “fantasma” del Tren de Aragua
Estas bandas criminales han sido los principales objetivos de las operaciones de las fuerzas de seguridad tras la toma de Tocorón.
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Entre las más afectadas está la banda de El Flipper, liderada por Kenferson Sevilla Arteaga, que por años ha controlado el barrio San Vicente, en la ciudad capital Maracay, donde el Tren de Aragua instaló su centro de operaciones extramuros.
Tras la toma de Tocorón, los miembros de la banda desaparecieron por un tiempo, lo que permitió a las fuerzas de seguridad arrebatarles algo del fuerte control que mantenían, indicaron fuentes policiales, residentes y una investigadora local a InSight Crime en una visita a Aragua en marzo. La continuidad de las operaciones y de la persecución revela que la disputa aún persiste.
Algo similar ocurre con la banda sucesora de la famosa banda de El Conejo, que tenía bajo su dominio a la zona de Las Tejerías, al este de Aragua. Ahora es llamada la banda de Luis Manilla, por el alias de su líder Luis Rafael Santana Argueta, y es una de las principales perseguidas en Aragua.
Las bandas de Wilmer Guayabal, El Coty y El Asdrubal son otras de las más buscadas, todas reportadas como facciones del Tren de Aragua. Pero en ninguna de las recientes operaciones las fuerzas de seguridad han mencionado el nombre de la megabanda y su influencia criminal sobre estos grupos.
Fuerzas de seguridad aprovechan el vacío criminal
Aunque Aragua fue uno de los estados con mayor tasa de letalidad policial en 2023, de acuerdo al OVV, el incremento en lo que va de 2024 da cuenta de los cambios tras el rompimiento de los acuerdos de impunidad antes vigentes entre el Tren de Aragua y las fuerzas de seguridad, bajo los cuales las operaciones de las bandas afiliadas eran protegidas.
Más allá, los cuerpos de seguridad tienen otros intereses en el aumento de su violencia contra las bandas. Oficiales de la fuerza pública han tomado control de algunas de las actividades criminales que llevaban a cabo las bandas de Tren de Aragua en el estado, dijeron a InSight Crime la investigadora local, residentes y un policía con conocimiento de estos casos.
El microtráfico de drogas y especialmente la extorsión son algunas de las actividades. Una investigadora explicó a InSight Crime que empresas locales que anteriormente pagaban regularmente extorsiones a una de las bandas en Maracay ahora se ven forzadas a pagar a un cuerpo de seguridad.
Un hecho similar sucedió tras la operación policial que desplazó al líder criminal Carlos Luis Revete, alias “El Koki”, de su territorio en la Cota 905 de Caracas en 2021. Oficiales de policía cometieron abusos contra habitantes de la zona con el objetivo de extorsionarlos, encontró una investigación periodística.
Imagen principal: Mensaje contra la extorsión en un portón del barrio San Vicente de Maracay, estado Aragua, Venezuela. Crédito: Unidad Investigativa de Venezuela.